LLEGÓ A TRABAJAR Y LA PARADA NO ESTABA

Se la levantaron por error. El Sindicato actuó de inmediato y en menos de 24 horas fue devuelta a su lugar. Por el error, la Ciudad le va a pintar la parada gratis. También se afectó a otro vendedor que guardaba la devolución en esa parada.

Diego Cerda (paquete Ricardo) es canillita. Su parada de diarios se encuentra en la concurrida avenida Rivadavia al 5387. Allí Diego todas las mañana cumple su función hasta las 19hs.

La madruga del jueves 28 de septiembre no parecía ser distinta; se despertó a la hora de siempre, un baño rápido y salió rumbo a su parada de diarios.

Al llegar, Diego no salía de su asombro, la parada de diarios no estaba. Por un momento pensó que se había equivocado, algo imposible por la cantidad de años que lleva en el mismo lugar, los baldosones del piso le confirmaron lo temido; la parada de diarios había desaparecido. En ese momento pensó cualquier cosa, que se la habían robado, después reflexionó ¿Quién se va a robar una parada de diarios?

Durante un rato no supo qué hacer. Rápidamente llamó a Aldo Lo Castro, secretario Gremial de la Organización Sindical, quien se comunicó con Ricardo Yannattone, responsable del trato cotidiano con la Dirección de Fiscalización de la Ciudad.

Fueron necesarias varias gestiones del Sindicato para dar con el paradero del escaparate. Después de un par de horas, desde la Dirección reconocieron que se trató de un error y se comprometieron a volver a colocarlo en su lugar.

La respuesta no conformó del todo al Sindicato, “comprometerse a enmendar el error”, en códigos de la administración pública es un tiempo demasiado impreciso, algo que, como se sabe, los canillitas no tenemos. El escaparate debía ser devuelto a su lugar el mismo día. Los llamados telefónicos siguieron durante toda la tarde, el Sivendia lo quería de vuelta esa misma noche.

“Ya había perdido todo un día de trabajo, no podíamos permitir que el vendedor pase otro día sin trabajar”, nos relata Aldo Lo Castro, quien acompañó a Yannattone en las gestiones.

A las 5 de la tarde la gestión se destrabó; el escaparate sería devuelto esa misma noche. “A las nueve de la noche está el camión ahí para llevarte el mueble”, le informaron a Diego desde la Organización Sindical. Un alivio dentro de tanta amargura.

A la hora acordada, un camión apareció en la Avenida Rivadavia con el escaparate de Diego. Después de varias maniobras, lograron estacionar en la misma acera y descargar el mueble. La sorpresa de Diego fue cuando abrió las puertas, el interior era un desastre. Producto del traslado, las revistas, y herramientas de trabajo se habían caído. Por los inconvenientes y a modo de enmienda del error, la ciudad se comprometió a pintarle el escaparate.

Si bien en este caso, la rápida intervención del Sindicato logró destrabar la difícil situación, desde la Organización Sindical les recuerda a todos los vendedores la importancia de contar con el permiso municipal en orden y tener toda la documentación a mano para evitar inconvenientes.